Phishing, spam y pharming



PHISHING
El phishing busca engañar al usuario, para obtener de manera fraudulenta información sensitiva corno contraseñas y detalles de tarjetas de crédito a través de un correo electrónico o página de Internet falsa, suplantando la identidad de alguna organización. Comercio o institución financiera. El usuario deposita su confianza en un sitio apócrifo, registra sus datos y así el delincuente suplanta la identidad del mismo y roba su patrimonio en línea.

SPAM
 Se llama spam, correo basura o mensaje basura a los mensajes no solicitados, no deseados o de remitente no conocido, habitualmente de tipo publicitario, generalmente enviados en grandes cantidades (incluso masivas) que perjudican de alguna o varias maneras al receptor. La acción de enviar dichos mensajes se denomina spamming. La palabra ¨Spam¨ proviene de la segunda guerra mundial, cuando los familiares de los soldados en guerra les enviaban comida enlatada. Entre estas comidas enlatadas estaba ¨Spam¨ una carne enlatada, que en los Estados Unidos era y es muy común. Aunque se puede hacer por distintas vías, la más utilizada entre el público en general es la basada en el correo electrónico.

PHARMING
El pharming es una modalidad de ataque utilizada por los atacantes, que consiste en suplantar al Sistema de Resolución de Nombres de Dominio (DNS, Domain Name System) con el propósito de conducirte a una página Web falsa. El atacante logra hacer esto al alterar el proceso de traducción entre la URL de una página y su dirección IP. Comúnmente el atacante realiza el redireccionamiento a las páginas web falsas a través de código malicioso. De esta forma, cuando se introduce un determinado nombre de dominio que haya sido cambiado, por ejemplo http://www.seguridad.unam.mx, en tu explorador de Internet, accederá a la página Web que el atacante haya especificado para ese nombre de dominio.
Para llevar a cabo redireccionamiento a las páginas Web falsas o maliciosas se requiere que el atacante logre instalar en tu sistema alguna aplicación o programa malicioso (por ejemplo, un archivo ejecutable .exe, .zip, .rar, .doc, etc.). La entrada del código malicioso en tu sistema puede producirse a través de distintos métodos, siendo la más común a través de un correo electrónico, aunque puede realizarse también a través de descargas por Internet o a través de unidades de almacenamiento removibles como una memoria USB.